La estrategia para mejorar la autonomía de la empresa puede variar según las necesidades y prioridades específicas de cada organización. Esto podría implicar abordar tareas repetitivas, eliminar actividades que no agreguen valor al cliente o resolver puntos de fricción. Sin embargo, la decisión sobre qué áreas priorizar depende del empresario y puede basarse en factores como el tiempo invertido, el grado de autonomía actual y la facilidad de implementar tecnologías para mejorar la autonomía.
OBTENCIÓN DEL INDICADOR
Entendemos por Autonomía a la independencia de los procesos y actividades clave de la empresa gracias a la tecnificación y a la menor intervención del trabajador para interconectar actividades.
Para obtener el Índice de Autonomía (IA) hacemos lo siguiente:
Este documento detalla cómo calcular y interpretar el Índice de Autonomía (IA) de una empresa, que es una medida de su capacidad para operar de manera independiente gracias a la tecnificación y la interconexión de actividades. Para calcular el IA, se utilizan dos índices relacionados con el uso de la tecnología en las actividades de la empresa y en la interconexión de dichas actividades.
Una vez obtenido el IA, se interpreta según un rango del 0% al 100%, donde valores más altos indican un mayor grado de autonomía. Estos valores se clasifican en diferentes categorías que van desde nulo hasta muy alto, lo que permite evaluar el nivel de autonomía de la empresa y su capacidad para escalar el negocio.
- Obtenemos el Índice de Uso de la Tecnología en las Actividades (ver apartado Uso de la Tecnología).
- Obtenemos el Índice de Uso de la Tecnología para la Interconexión de Actividades (ver apartado Uso de la Tecnología para la Interconexión de Actividades).
- Realizamos la siguiente fórmula:
- Índice de Autonomía: Índice de Uso de la Tecnología en las Actividades x Índice de Uso de la Tecnología para la Interconexión de Actividades.
INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS
La Autonomía nos permite conocer en qué medida, la actividad de la empresa (teniendo en cuenta el proceso de pedido-producción-entrega) se realiza de forma autónoma, y por tanto la empresa tiene una mayor capacidad de escalar su modelo de negocio.
Los valores obtenidos a través del Índice del Uso de Tecnología en las Actividades del proceso pedido-producción-entrega y el Índice del Uso de Tecnología para la Interconexión de Actividades registrará valores en el rango 0% y 100%. Comentar que la obtención del 100% es muy complicado, y significaría la posibilidad de que la empresa pudiera atender peticiones (recoger el pedido, producir las unidades y entregarlas a cliente), sin la interacción de un empleado. De ser así, hablaríamos de una empresa completamente autónoma, capaz de crecer exponencialmente.
En cualquier caso, el valor obtenido para el indicador IA se encuentra en un rango de 0% a 100%, siendo interpretado del siguiente modo:
- Valores entre 0% y 0.99%: El grado de autonomía de la empresa es nulo.
- Valores entre 1% y 20%: El grado de autonomía de la empresa es muy bajo.
- Valore entre 20.01% y 40%: El grado de autonomía de la empresa es bajo.
- Valores entre 40.01% y 60%: El grado de autonomía de la empresa es medio.
- Valores entre 60.01% y 80%: El grado de autonomía de la empresa es alto.
- Valores entre 80.01% y 100%: El grado de autonomía de la empresa es muy alto.
La lógica nos dice que deberíamos actuar sobre aquellas tareas que sean repetitivas, aquellas que no aporten valor al cliente o aquellas que generen puntos de fricción, sin embargo, la interpretación del empresario es la que asignará la prioridad sobre la que actuar, pudiendo actuar sobre aquellas en las que se invierte más tiempo, aquellas que tienen menor grado de autonomía, aquellas que puedan ser fácilmente reemplazables por tecnologías, etc… Dependerá de la estrategia y de la facilidad de autonomizar (tiempo y recursos).